Lorenzana pone como ejemplo el consenso alcanzado con las universidades para avanzar en la lucha contra la violencia de género

La conselleira de Empleo e Igualdad, María Jesús Lorenzana, y los rectores gallegos, Julio Abalde, Antonio López y Manuel Joaquín Reigosa, visitaron hoy en Santiago de Compostela el Centro de recuperación para víctimas de violencia de género

La Xunta apela a la unidad institucional para la erradicación de la violencia contra las mujeres y la formación en materia de igualdad

Las universidades desarrollan cerca de un centenar de medidas en el marco de los convenios con la Xunta para desplegar actuaciones del Pacto de estado contra la violencia de género

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Lorenzana pone como ejemplo el consenso alcanzado con las universidades para avanzar en la lucha contra la violencia de género

Santiago de Compostela, 18 de noviembre de 2020.-

La conselleira de Empleo e Igualdad, María Jesús Lorenzana, visitó hoy, junto con los tres rectores gallegos -Julio Abalde (Universidade da Coruña), Antonio López (Universidad de Santiago) y Manuel Joaquín Reigosa (Universidad de Vigo)- las instalaciones del Centro de recuperación integral para víctimas de violencia de género (CRI) en la Carballeira de San Lourenzo, en Santiago de Compostela. En el acto, Lorenzana ensalzó el trabajo que la Xunta desarrolla en colaboración con los entes académicos a favor de la erradicación de la violencia contra las mujeres, y apeló a este mismo consenso institucional, político y social para avanzar contra las desigualdades.

Para la titular de Empleo e Igualdad, la eliminación de la violencia contra las mujeres es un reto de toda la sociedad, “una tarea conjunta que requiere una actuación unitaria y la máxima coordinación, colaboración y cooperación en todas las acciones”, ya que, añadió, “el trabajo que se realiza para conseguir su erradicación implica la multitud de agentes, tanto desde el sector público como desde el privado”.

En este sentido, Lorenzana apeló al “consenso institucional, político y social que muestre, sin fisuras, el compromiso de todas las instituciones con la sociedad para alcanzar los acuerdos que permitan avanzar en la erradicación de la violencia contra las mujeres”. Y puso como ejemplo el trabajo que las tres universidades gallegas están desarrollando en colaboración con la Xunta, en el marco de las actuaciones previstas por el Pacto de Estado contra la violencia de género.

En mayo de 2019 los tres rectores firmaron un acuerdo de colaboración con la Xunta para desarrollar medidas previstas en el Pacto de Estado a través de sus respectivas oficinas de igualdad. El primer año se contabilizaron un total de 58 acciones, tal y como recordó la titular de Empleo e Igualdad que el pasado 28 de octubre, refrendó esta colaboración con las universidades con el objeto de completar otras 17 medidas.

En el nuevo marco de colaboración, las universidades desplegarán, entre otras, medidas que contribuirán al refuerzo de la educación afectivo-sexual y de prevención de la violencia en todos los niveles educativos, la realización de estudios sobre el impacto del acoso en los campus y en la sociedad, la formación de docentes y de la juventud en cuestiones de igualdad, las campañas de prevención o la incorporación de contenidos de igualdad en los temarios del acceso a cuerpos docentes y en el máster obligatorio para el profesorado.

“La Xunta de Galicia está convencida de que la universidad es el ámbito de socialización que más influye en el aprendizaje de las personas y, por tanto, es en este ámbito donde se debe fomentar la reflexión sobre los roles y los valores que rigen en la sociedad, así como trabajar hacia la consecución de la igualdad real y en la prevención de actitudes sexistas y discriminatorias”, recalcó Lorenzana.

La Comunidad tiene activas el 56% de las medidas del Pacto de Estado contra la violencia de género para el período 2018-2022. Ya desarrolló 66 de las 118 actuaciones previstas hasta 2022 con propuestas nuevas que garantizan, entre otros, el apoyo a los menores huérfanos por causa de la violencia y a las mujeres que resultan gravemente heridas. Gracias a esta herramienta, la Xunta pudo establecer turnos de guardia de atención psicológica y social para las víctimas e incorporó trabajadores sociales a las oficinas judiciales dirigidas a su atención.